B.2. El paisaje mediterráneo
El paisaje mediterráneo se localiza en zonas costeras de la cuenca del mar Mediterráneo, en la costa de California (Estados Unidos), en la costa central de Chile, en Sudáfrica y al Sur y Sudoeste de Australia.
El clima mediterráneo se caracteriza por el calor y la sequedad de los veranos, muy afectados por las masas de aire caliente subtropical. Los inviernos son suaves, lo que se debe, fundamentalmente, a la acción moderadora del mar.
Los mínimos de lluvia se dan en el verano. Durante el otoño y primavera, las precipitaciones son abundantes e incluso torrenciales.
· Ríos
· Ríos
Los ríos del medio mediterráneo tienen un caudal escaso e irregular, a causa de las diferencias estacionales que experimentan las lluvias. En verano los ríos llevan poca agua; incluso, algunos están secos. Tras un verano árido, es habitual que una tormenta provoque riadas e inundaciones.
· Vegetación
Los bosques mediterráneos están formados por árboles de hoja perenne (pinos, encinas...). Son árboles bajos, de tronco leñoso y con hojas pequeñas, duras o cubiertas de vello que las protege del calor y evita una evaporación excesiva. Por debajo del bosque abunda un matorral espinoso, de hoja pequeña.
Cuando la tala, el pastoreo o los incendios hacen desaparecer el bosque, crece un matorral denso: la maquia y la garriga.
En el paisaje mediterráneo no viven grandes mamíferos. Abundan los ratones de campo, conejos, liebres, algunos tipos de serpientes y otros reptiles, así como numerosos insectos.
· La relación de los grupos humanos con el medio
Durante siglos, las lluvias torrenciales han arrastrado gran cantidad de materiales que se han depositado en los litorales y en los fondos de los valles hasta formar llanuras. Éstas son de poca extensión pero muy fértiles y aptas para la agricultura.
Allí donde el relieve es abrupto, los suelos son pobres y el agua, escasa, los cultivos son de secano: cereales, vid y olivo.
La ganadería dominante es la ovina.
El regadío ha favorecido el desarrollo de una agricultura intensiva, y la construcción de canales y embalses ha facilitado los cultivos de huerta (verduras y frutas).
Los inviernos suaves han permitido introducir plantas como el arroz, el algodón o los cítricos.
Los inviernos suaves han permitido introducir plantas como el arroz, el algodón o los cítricos.
Actualmente, la construcción de invernaderos ha consolidado una agricultura que exige, sobre todo, mucho trabajo.
Muy completo e interesante, me ha servido de mucha ayuda, gracias
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