1º ESO

jueves, 5 de abril de 2012

09. Taller 03. El Neolítico: el hombre sedentario


TALLER 3. EL NEOLÍTICO: El hombre sedentario

Hace unos 10000 años, en una zona de Oriente Próximo regada por los ríos Tigris y Éufrates, conocida como el Creciente Fértil, se inició la producción de alimentos.
Esta nueva etapa de la historia de la humanidad se conoce con el nombre de Neolítico, que significa piedra nueva.

3.1. La aparición de la agricultura y la ganadería.
Gracias a la observación de los fenómenos de la naturaleza a lo largo de los siglos, los hombres y las mujeres del Neolítico aprendieron que las semillas enterradas bajo tierra daban lugar a una nueva planta.
Entonces, empezaron a cultivar cereales (trigo, cebada, centeno…) y legumbres (lentejas, guisantes…). Fue el origen de la agricultura.
Del mismo modo, la observación de los animales de su alrededor permitió su domesticación y el nacimiento de la ganadería. Las cabras, las ovejas y los cerdos fueron los primeros animales domesticados.
Aprender a cultivar la tierra y aprenden a domesticar animales suponía que el hombre se tuviera que quedar en un lugar determinado, es decir, pasaron de ser nómadas a ser sedentarios.

3.2. Nuevos útiles y nuevas técnicas.
Los antiguos útiles de piedra tallada paleolíticas se sofistican puliéndose la piedra rozándolas con otras. Además, las nuevas tareas agrícolas hicieron necesaria la fabricación de instrumentos especializados:
  • Como la hoz para cortar espigas y el molino para moler el grano.
  • La invención de una técnica nueva, la piedra pulida, que eliminaba las rugosidades de la superficie de las piedras, posibilitó la creación de útiles como la azada para cavar y el hacha para talar árboles.
  • También descubrieron cómo elaborar tejidos. Utilizaban un huso, con el que convertían fibras naturales como la lana y el lino en hilos largos, y un telar, que facilitaba el trenzado de estos hilos para elaborar una tela.
  • El uso de piedras semipreciosas pulidas para elaborar joyas comportó el desarrollo de la minería
  •  La necesidad de almacenar, transportar y cocer los alimentos propició el desarrollo de la cerámica. Hombres y mujeres empezaron a modelar barro y a cocerlo a elevadas temperaturas para endurecerlo.

3.3. La difusión del Neolítico.
·        Desde el Creciente Fértil, a través del mar Mediterráneo y siguiendo los cursos de los grandes ríos centroeuropeos, se produjo, a partir del VII milenio a.C., la difusión por Europa de las nuevas técnicas, útiles y modos de vida propios del periodo Neolítico.
  • El valle del Indo (India).
  • El valle del Huang He (China).
  • El valle del Song Hong (Vietnam).
  • Los altiplanos de Centroamérica (México).
  • La cordillera de los Andes (Perú).

3.4. La vida en una aldea neolítica: Çatal Hüyük.
La agricultura y la ganadería propiciaron el asentamiento de los seres humanos en aldeas próximas a los campos de cultivo y los rebaños. Al no tener que desplazarse en busca de alimentos, los hombres y mujeres se volvieron sedentarios.
Las aldeas neolíticas se situaban en elevaciones del terreno próximas a cursos de agua y solían protegerse con muros o fosos. En muchas de ellas se han encontrado silos excavados en el suelo para guardar el grano.
La cerámica, el tejido y la minería dieron lugar a la aparición de los primeros artesanos.
Estas aldeas eran autosuficientes, es decir, sus habitantes consumían casi todo lo que producían, aunque hay indicios de que existían algunos intercambios entre aldeas, sobre todo de objetos de prestigio (conchas, cerámica, variscita…).

La aldea neolítica de Çatal Hüyük está situada en Turquía. Es una de las aldeas neolíticas más antiguas del mundo; su origen se remonta a unos 9000 años. Comprendía más de 1000 viviendas y su población se estima entre los 5000 y los 10000 habitantes.
Las casas estaban construidas pegadas unas a otras, sin calles, y se accedía a ellas por el techo, mediante escaleras. Estaban formadas por una sala que contenía el hogar y que se hallaba rodeada de habitaciones más pequeñas destinadas a almacén y a preparar la comida.
Algunas casas presentaban unas habitaciones muy decoradas, que han sido interpretadas como pequeños santuarios. Las paredes contenían pinturas y relieves de cabezas de toro, figuras humanas y otros animales. No se trataba de un lugar público, sino que el culto se realizaba en familia. En estos santuarios se encontraron unas estatuillas, elaboradas a menudo con barro, que se asemejan a las Venus paleolíticas. Estas diosas se asocian al culto a la fertilidad de la tierra para propiciar la abundancia de las cosechas.

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