Esta
falta de equilibrio en las relaciones entre el medio natural y la sociedad
actual hace que, a veces, se llegue a poner en peligro la conservación de la
naturaleza y se produzcan situaciones de crisis ambiental.
La
gravedad de los problemas ambientales ha creado una conciencia ecológica y una
preocupación por todo lo relacionado con el medio ambiente.
Por
todo ello, el interés de la humanidad es alcanzar una gestión ambiental
sostenible, que permita un desarrollo equilibrado sin comprometer el bienestar
de las generaciones futuras.
TALLER 1. LA TIERRA UN
ECOSISTEMA.
1.1. ¿Qué es un ecosistema?
En este
curso has estudiado los climas, las aguas, la vegetación, la fauna y los seres
humanos que ocupan la Tierra. Ninguno de estos elementos es independiente del
otro y todos mantienen entre sí estrechas y complejas relaciones. Por
eso decimos que el planeta Tierra es un complicado ecosistema.
1.2. Los elementos del ecosistema Tierra
Elementos
del planeta Tierra. En un ecosistema, las plantas, los animales y los seres
humanos se encuentran relacionados entre sí y con el entorno que los rodea.
Cuando se modifica un elemento quedan afectados los elementos restantes.
El planeta
Tierra, como sabes, está formado por cuatro elementos interrelacionados: la litosfera
(SÓLIDO) o corteza terrestre; la hidrosfera (LÍQUIDO) o conjunto de
aguas que se encuentran en la Tierra; la atmósfera (GAS), capa gaseosa
que envuelve el planeta; y la biosfera, formada por los organismos
vivos: vegetación, animales y seres humanos.
La vegetación
está en el centro de las interrelaciones de los elementos del ecosistema Tierra
ya que:
- Depende del clima y, a su vez, lo modifica al condicionar la cantidad de vapor de agua que contiene la atmósfera.
- Sirve de alimento a los animales y a los seres humanos.
- Absorbe los nutrientes del suelo, pero también contribuye a formarlos ya que, en gran parte, los suelos son producto de la descomposición de los elementos orgánicos (vegetales y animales).
- Tiene una íntima relación con la hidrosfera ya que se alimenta de las reservas de agua subterráneas. Además, evita la erosión que origina la lluvia en las laderas de las montañas.
1.3. El agua un bien básico y escaso
La
sobreexplotación de los ríos que desembocan en el Mar de Aral ha reducido
considerablemente su superficie.
El agua es
un recurso básico para la vida de las personas y de los seres vivos en general.
Sin embargo, es también un bien escaso debido a que la demanda para abastecer
las necesidades humanas es cada vez mayor: desde 1900 la población mundial se
ha duplicado, y el consumo de agua se ha multiplicado por seis.
El creciente
consumo de agua, sobre todo en los países desarrollados, conlleva la
sobreexplotación de los recursos hídricos. Algunos de ellos (ríos y depósitos
subterráneos) pueden llegar a agotarse y, en el caso de la extracción de aguas
del subsuelo, su sobreexplotación causa la contaminación de los acuíferos,
porque los saliniza.
Si al
aumento del consumo y a la sobreexplotación le añadimos los efectos del cambio
climático y la contaminación de muchos ríos por los vertidos agrícolas,
ganaderos, industriales y urbanos, el problema de la escasez del agua se
acentúa.
1.4. El Sol, fuente de la vida
El Sol es la
principal fuente de energía para nuestro planeta. Sin él no existiría el
ecosistema de la Tierra.
El Sol
calienta la superficie terrestre, evita que las temperaturas sean gélidas y
permite a las plantas crecer y producir oxígeno y materia orgánica. También
rige el ciclo del agua, ya que al evaporar el agua del mar ésta se desala y el
agua de la lluvia puede ser utilizada por los seres vivos.
1.5. El trabajo de los científicos
Hay científicos
que estudian un elemento del ecosistema Tierra y se convierten en especialistas
de esa materia estudiada. Así, por ejemplo:
- Los geólogos investigan sobre el relieve externo y las capas internas de las rocas que hay en la Tierra.
- Los meteorólogos estudian el comportamiento de los fenómenos atmosféricos.
- Los botánicos analizan las diversas especies vegetales que existen en el mundo.
- Los geógrafos se dedican a estudiar el papel que desempeñan los seres humanos en el funcionamiento de los ecosistemas del medio ambiente.
TALLER 2. LOS RIESGOS
NATURALES
El término riesgo significa la existencia
de un posible peligro para las personas o las cosas.
Según su
origen pueden ser: naturales o provocados por la acción humana.
2.1. Tipos de riesgos naturales
Una tercera
parte de la población mundial vive en zonas del planeta donde es probable que
se produzca alguno de los cuatro grandes riesgos naturales: terremotos,
erupciones volcánicas, huracanes e inundaciones.
- Terremotos
La fuerza
destructiva provocada por los terremotos puede ser muy grande, de manera
que pueden ocasionar catástrofes enormes. La importancia de los efectos
de un terremoto depende del grado de prevención y del cumplimiento de los
códigos de construcción.
En Estados
Unidos y en Japón, donde los terremotos son frecuentes, las leyes obligan a que
los edificios de nueva construcción tengan medidas especiales de seguridad como
estar aislados del suelo, tener una cierta flexibilidad, utilizar pinturas o
materiales ignífugos, etc.
En 1989, el
terremoto de Santa Cruz (California) causó 62 muertos y poca destrucción,
mientras que el terremoto de Armenia de 1988, con una magnitud la mitad del de
Santa Cruz, provocó 25000 muertes y aún no se han reconstruido todas las
edificaciones.
Algunas
zonas del Sureste de la Península Ibérica tienen un leve riesgo de terremotos
por su proximidad a la zona de contacto entre la placa africana y la placa
europea.
- Erupciones volcánicas
Según la
magnitud de una erupción volcánica, el resultado puede ser devastador:
los materiales expulsados pueden arrasar extensas superficies y los gases ser
contaminantes.
Las
erupciones volcánicas son especialmente temibles cuando proyectan cenizas
incandescentes que el viento arrastra a lugares distantes.
Con el paso
del tiempo, los materiales volcánicos, convertidos en partículas de tierra,
pueden dar lugar a suelos muy fértiles y a zonas muy aptas para la agricultura
y muy pobladas. Sin embargo, una nueva erupción en estas zonas podría tener
graves consecuencias para sus habitantes.
Las islas
Canarias, por su origen volcánico, se encuentran en una zona de riesgo de
erupciones. El Teide, por ejemplo, es un volcán activo.
Los huracanes son vientos que
superan los 120 km/h. Se desplazan del mar hacia el continente, acompañados de
tormentas y con un gran oleaje en la costa.
- Inundaciones
El Danubio se ha desbordado en muchas ocasiones y ha inundado los
territorios que atraviesa
En
ocasiones, después de épocas de largas o intensas lluvias, en las laderas de
las montañas que no tienen protección vegetal se producen deslizamientos de
tierras que se convierten en avalanchas de piedras y lodos que arrasan y
sepultan todo lo que encuentran a su paso.
- Tsunamis
2.2. Prevención y predicción de riesgos
Aunque los
riesgos naturales son casi siempre inevitables, la prevención y su predicción
es, en ocasiones, posible.
- La prevención contempla
todas las medidas que se pueden llevar a cabo con anticipación al
desencadenamiento de un riesgo, a fin de paliar, disminuir o evitar los
daños que puede llegar a producir.
Consiste en tomar medidas a largo
plazo en función de los riesgos dominantes en un territorio, como
infraestructuras u obras de ingeniería, así como legislación sobre suelos,
aguas, incendios, etc. En la actualidad se pretende que, además, estas medidas
sean respetuosas con el medio ambiente.
- La predicción consiste en anticipar un riesgo antes de que suceda, conociendo las condiciones que pueden favorecerlo. Una riada o un alud, por ejemplo, pueden predecirse si se conoce la previsión meteorológica.
TALLER 3. LOS RIESGOS PROVOCADOS POR LA ACCIÓN HUMANA
3.1.
¿Qué son los riesgos tecnológicos?
Además de los riesgos naturales,
existen los riesgos que tienen origen
humano y tecnológico. Ocurren como consecuencia de un accidente
derivado de las actividades industriales, del uso de tecnologías o por el
funcionamiento deficiente de alguna instalación.
Las actividades industriales nos
proporcionan muchos beneficios y dan trabajo a numerosas personas, y el uso de
la tecnología facilita la vida diaria, pero todo ello tiene también
consecuencias no deseables y puede provocar daños ambientales y humanos importantes.
Entre los riesgos tecnológicos más
graves destacan las radiaciones emitidas por los materiales nucleares, ya sea en
el proceso de extracción de los minerales del subsuelo o en su posterior
transformación por los escapes de centrales nucleares, o bien por bombas
atómicas o residuos radiactivos.
3.2. La
contaminación medioambiental
Como consecuencia de las actividades
humanas, todos los días generamos gran cantidad de agentes contaminantes, que
también representan riesgos para la naturaleza: se vierten residuos que
contaminan los ríos o los suelos y gases que polucionan la atmósfera y que
hacen que su temperatura aumente.
- La lluvia ácida
Los expertos han observado que, desde
1960, en muchos países industrializados el agua de lluvia es más ácida. Esto
significa que la contaminación atmosférica es tan grande que los óxidos de nitrógeno y
de azufre pasan a las gotas de lluvia. Esta lluvia, cuando cae, ataca y mata
árboles y plantas y tiene efectos nocivos sobre los materiales, los animales,
los lagos y los ríos.
- Las aguas residuales
Durante años, las cloacas de las
ciudades y pueblos, así como las aguas residuales de muchas fábricas se han vertido directamente a
los ríos. Actualmente, en algunos países es obligatorio que todas estas aguas
sean tratadas en plantas depuradoras para evitar que afecten a los ríos y
contaminen los suelos.
- El cambio climático
Desde 1900, la temperatura media de la
atmósfera ha aumentado 0,7°C, pero los expertos dicen que el calentamiento de
la atmósfera es cada vez más rápido debido a las emisiones de CO2.
Este calentamiento se conoce como efecto invernadero y puede tener consecuencias catastróficas tales como cambios en los climas o el deshielo de parte de los polos, lo que haría subir el nivel del mar.
Este calentamiento se conoce como efecto invernadero y puede tener consecuencias catastróficas tales como cambios en los climas o el deshielo de parte de los polos, lo que haría subir el nivel del mar.
TALLER 4. EL MEDIO
AMBIENTE URBANO
4.1. La
ciudad, un ecosistema abierto
Las ciudades necesitan proveerse de muchos
productos del exterior, como, por ejemplo, energía, alimentos, agua, etc. Para
hacernos una idea aproximada de estas necesidades, hay que tener en cuenta que
en una ciudad europea cada habitante consume más de 300 litros de agua al día.
A su vez, las ciudades producen una
gran cantidad de residuos
que hay que tratar o reciclar. Si no se organiza la recogida selectiva y
reciclaje, botellas, papeles, latas, plásticos y residuos orgánicos se amontonan
en los vertederos hasta llenar, en ocasiones, valles enteros.
Además, si las aguas residuales
procedentes de las cloacas no se depuran adecuadamente, pueden contaminar el
subsuelo y llegar a fuentes y ríos.
Es por ello, por cuanto las ciudades, por todo lo que necesitan y por todos los residuos que generan, son consideradas ecosistemas abiertos.
Es por ello, por cuanto las ciudades, por todo lo que necesitan y por todos los residuos que generan, son consideradas ecosistemas abiertos.
4.2. El
clima urbano
La
polución de las ciudades es la responsable de que se forme, por encima de
ellas, una nube espesa.
Las ciudades acostumbran a registrar temperaturas de entre 1° y 4°C más altas que en las zonas próximas: es lo que se conoce como isla de calor. En algunas grandes ciudades, como por ejemplo París, esta diferencia ha llegado a alcanzar, algunos días, hasta 14°C.
Las ciudades acostumbran a registrar temperaturas de entre 1° y 4°C más altas que en las zonas próximas: es lo que se conoce como isla de calor. En algunas grandes ciudades, como por ejemplo París, esta diferencia ha llegado a alcanzar, algunos días, hasta 14°C.
Hay diversos factores que contribuyen
a calentar la atmósfera urbana: las calefacciones, la actividad de las fábricas
y, sobre todo, los motores de los automóviles.
La polución provocada por las fábricas y los
vehículos es otro rasgo que caracteriza el clima urbano. Es la responsable de
que, a veces, sobre las ciudades se forme una nube densa y oscura. Cuando no
hay viento o las ciudades están situadas entre montañas, es habitual que se
creen nieblas y que el cielo presente un aspecto gris. Esta polución puede
originar alergias y enfermedades pulmonares.
En las ciudades de los países ricos la
contaminación tiende a disminuir porque se establecen leyes que, entre otras
actuaciones, regulan las actividades industriales, controlan los gases de los
coches y reducen el uso del carbón para las calefacciones.
Pero todas estas actuaciones cuestan
mucho dinero y esfuerzo y requieren grandes inversiones en nuevas tecnologías
que muchos países en vías de desarrollo no pueden asumir; allí la contaminación
sigue aumentando.
4.3.
Las ciudades necesitan proveerse
- Energía eléctrica
La electricidad se produce en
centrales térmicas, nucleares e hidroeléctricas y, en menor cantidad, en las
plantas de aprovechamiento eólico y solar. La electricidad, tan necesaria para
el funcionamiento diario de las ciudades, llega a ellas a través de una densa
red de tendido eléctrico.
- Agua
A menudo, el suministro de agua
potable a las ciudades se realiza a través de canales que la conducen desde los
embalses o los ríos, a veces lejanos.
- Alimentos
En las grandes ciudades los productos
llegan a un mercado de abastos donde se venden al por mayor.
4.4. Producción de
residuos urbanos
- Humos
Parte de la contaminación atmosférica
que hay en las ciudades procede de los humos de las fábricas, pero también de
los coches y de las calefacciones de las casas.
- Residuos orgánicos e
inorgánicos
Gran parte de los residuos que generan
las ciudades deben reciclarse, así no se acumulan en los vertederos de las
afueras, pueden reutilizarse ciertos productos y ahorrar materias primas y
energía.
- Aguas residuales
Se tratan en las plantas depuradoras
para verterlas de nuevo a los ríos o al mar.
TALLER 5. EL DESARROLLO SOSTENIBLE
5.1. La
explotación de recursos
El aumento de la población ha generado
una mayor necesidad de tierras de cultivo y un mayor consumo de recursos
naturales. Ello ha dado lugar a la sobreexplotación
de alguno de estos recursos o a la degradación
de otros: se han deforestado paisajes, se ha roto el equilibrio de algunos
ecosistemas, se ha contaminado el agua y el aire, han desaparecido diversas
especies animales, etc.
- El viento es un recurso renovable del que se obtiene la energía eólica, aunque todavía está poco desarrollada.
Desde hace algunos años, la sociedad se ha dado cuenta de los tres problemas básicos que presentan los recursos naturales de la Tierra: agotamiento, degradación y reparto desigual.
- El agotamiento de los
recursos no renovables
Algunos recursos energéticos básicos
para la sociedad actual, como el carbón o el petróleo, han tardado millones de
años en formarse, pero desaparecen a medida que los consumimos ya que no hay
posibilidad de recuperarlos. Estos recursos que no se pueden reponer se
denominan recursos no
renovables.
Algunos científicos afirmaron que ciertos
recursos energéticos
y minerales
no renovables se agotarían pronto. Sin embargo, hoy sabemos que todavía hay
considerables cantidades de estos recursos, que reciben el nombre de reservas.
A pesar de que el agotamiento de
algunos recursos no es una amenaza inmediata, hay que evitar derrocharlos, ya
que la explotación de las reservas puede ser muy costosa.
- La degradación de los
recursos renovables
Parte de los recursos naturales que
utilizamos son renovables,
es decir, la naturaleza se encarga de reponerlos de forma automática. El
problema en ellos no es tanto un posible agotamiento sino su degradación.
El agua es un recurso que se genera
continuamente en el ciclo del agua. El bosque
o el suelo
también se consideran recursos renovables porque pueden regenerarse solos.
Todos ellos están expuestos a la degradación y también a la explotación
excesiva, que si bien no los agotará, debemos evitar para no malgastarlos.
- El reparto desigual de
los recursos en la Tierra
Otro problema es que los recursos
naturales no están
localizados por igual en todo el mundo. Y además no todas las
personas tienen un mismo acceso
y disponibilidad a ellos.
El petróleo o ciertos minerales sólo
abundan en algunos países o están en manos de unas pocas naciones. A menudo,
empresas extranjeras se encargan de su explotación y controlan los precios, lo
que provoca que diversos países ricos en recursos naturales sean económicamente
pobres.
5.2. El
desarrollo sostenible
Nuestra sociedad ha empezado a tomar conciencia de
la necesidad de cuidar y mantener los recursos de la Tierra, y de que no puede
explotarlos de manera ilimitada.
Hay algunas especies animales y
vegetales que están en peligro de extinción, así como ríos y mares
contaminados. El aire de las ciudades a veces es irrespirable y cada día hay
más coches. Además, producimos grandes cantidades de basura que no sabemos
dónde almacenar. Por otra parte las emisiones de CO2 crean el
peligro de un cambio climático de consecuencias catastróficas.
El desarrollo sostenible o sostenibilidad defiende
que el aumento del bienestar actual no puede suponer una reducción del
bienestar futuro. No se opone a que la sociedad tenga cada día más bienestar,
pero entiende que para ello no hace falta poner en peligro el medio ambiente ni
el futuro de las nuevas generaciones.
De este modo hay que aplicar buenas prácticas en
la explotación de los recursos.
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